jueves, 26 de junio de 2008

Magia


La mejor amiga de Paul siempre fue su voz, aunque la hermana andaba cerca, por si la necesitara, claro esta, bajo las estrictas ordenes de su Padre quien le dio la tarea de cuidarlo, ya que se trataba de su hermano , decía el, además que era su deber hacerlo. El era muy singular que siempre andaba distraído, a tal punto que podía lastimarse por no poder ver lo inminente que andaba cerca a el, digamos, electricidad, filo de navajas, ya que el veía igual las cosas debido a que su mente andaba siempre en algún pensamiento personal, enganchado en algún borde de alguna nube, en alguna abstracción o entusiasmado mirando un detalle donde nadie mas podía ver belleza y misterio.
Ya hacia dos años desde que la madre había fallecido victima de una dolencia que nadie pudo explicar , en los últimos días de su enfermedad, Paul estaba siempre cerca mirándola detenidamente, tal vez preguntándose que ocurría, hasta que ya no estuvo mas y en la mente del niño solo había una explicación entendible, todos los hechos inentendibles y la desaparicion de la madre era... producto de la magia, asi que penso que llegaría el momento en el que también haría magia y estaría junto a otros con estos inexplicables poderes y aparecería o desaparecería a su voluntad, pero sobre todo que volvería a estar al lado de ella, de la mujer que desaparecio un dia.
Pasaba todos los días de su vida buscando algún signo de magia en la casa, entraba de improviso en las habitaciones vacías o de poco transito a fin de encontrar algún ser mágico que al estar descubierto le revelara secretos del mundo escondido, además queria hallar “señales” de magia en todo lo que veía, en la forma de las galletas, el humo del agua al hervir, las gotas de lluvia que se quedaban atrapadas dentro de las flores del jardín, debajo de la cama del dormitorio de visitas y en todo lugar que le sugiriera esconder algún secreto, casi siempre Georgina su hermana estaba enfadada por la forma como el pronunciaba su nombre, el la llamaba “Yoryi”, y ella fingía no escucharlo y cada vez que podía lo corregía con un tirón de orejas, pero al final ella siempre pendiente de su hermano lo dejaba tranquilo y observaba mientras cumplía los deberes. Y así transcurrían los días, el Padre trabajaba en casa, los niños traídos de la escuela por un particular y los días de constante búsqueda de la magia en la casa.
Ese verano anhelado el decidió llevarlos a una casa de playa por toda la temporada de vacaciones, asi que aprovecharía para cambiar de ámbito creativo y así les daría algo diferente a sus hijos esas vacaciones, el poder estar cerca al mar, a las cosas naturales. Cuando Paul escucho la noticia, lo tomo diferente a “Yoryi”, solo vale mencionar que el se entusiasmo con la idea de descubrir magia en nuevo lugar, ¿que encontrare?...se repetía contantemente, mientras pensaba que haría al descubrir un ser mágico o una perla encantada.
Cuando llegaron a la casa, dos cosas impresionaron a Paul, primero que toda la casa era de madera y no importaba en que parte de la casa estés, siempre podías oír caminar a todos desde donde estuvieras, y segundo , el jamás había estado tan cerca del mar, el ruido por momentos le hacia pensar que una ola llegaría hasta su nuevo casa y así terminaría con el sueño de la magia, el jamás se había sentido tranquilo con el mar el pensaba que era un monstruo azul que buscaba “comer” con el paso del tiempo la tierra, por eso prefería estar alejado de el.Pero esta vez era diferente, estar allí obedecía a un propósito a una misión, el tenia un secreto escondido allí, y si estaba todo bien y todo esto era una especie de prueba el lo superaría, un poco de ruido no lo alejarían del deseo de desaparecer, así que empezó la búsqueda, primero desde la vieja biblioteca, pidió permiso de “limpiar” los libros procurando encontrar detrás de todas las tapas algún hechizo o una pista que lo llevara a algo mas grande, y mientras esto ocurría, la hermana refunfuñaba , tal vez por que estaba alejada de sus amigas.Pasaron tres días desde que Pool buscaba una señal, pero al parecer la casa estaba llena de cosas viejas y de un profundo olor a sal que lo contaminaba todo, al poco tiempo ya no la sentía, pero el sabia que el olor estaba allí, hasta que decidió tomarse un descanso y tratar de reconciliarse con el mar, es decir, se acercaría y trataría de armar un castillo en la arena y si puede mojaría sus pies. Así se prolongo ese día de complicidades con el mar, y cuando ya estaba siendo tiempo de volver a casa por que las nubes advertían que la oscuridad pronto llegaría, ocurrió.
Un camino dorado sobre las aguas se veía desde el horizonte hasta la orilla, un camino como nunca antes ojo humano había podido ver, el sol reflejado sobre el mar, esa era la clave!!!, por eso el estaba allí…nadie mas tendría la paciencia de descubrirlo, pero ahora que hacer con el camino dorado ,¿como usarlo?, y mientras pensaba en esto el camino desapareció al ocultarse el sol, y así se cerraba este “portal” y con ese pensamiento se fue a al cama ese día, pensando que el portal dura solo algunos segundos, pero que seguramente esta era la prueba final, hasta aquí había llegado y lo haría.
45, 46, 47 segundos conto el muchacho, eso es lo que dura 47 segundos, solo tengo ese tiempo para poder caminar hasta ese otro lado, donde seguramente me esperan, no debo hacerlos esperar, ellos confían en mi y yo confió en ellos.
Algunos días después el se había convertido en un casi experto de los “caminos dorados”, sabía cuando se habrían y cuando se cerraban y ademas cuando no aparecerían, ese dia en especial parecia que las condiciones eras las perfectas, esa tarde el portal se abriria y el lo atravesaría, asi que luego se acerco a Papa mientras escribía, lo miro y le sonrió, preguntándole si creía en la magia. No mi Capitan, la magia no existe, afirmo el, un poco entristecido Paul pensó que dentro de poco tendría que negar lo que decía, ya que delante de sus ojos vería la gran hazaña. Georgina estaba en la vieja hamaca escuchando música mientras el se acerco y le dio un gran abrazo diciéndole que la quería mucho, ella pensó poco y le dijo , tu eres mi hermano y te amo, aunque no entendía por que lo decía ahora, y así pasaron un momento hablando juntos , el le conto su secreto y ella escuchaba a su hermano , pensando en la gran imaginación que puede tener alguien como el, ella sabia que su hermano es especial, pero jamás hubiera imaginado que lograra usar su mente con tanta delicadeza creativa, terminado luego el tiempo de despedidas.Ya que uno no sabe cuando volvería verlos, cerro sus cosas, se coloco su chaqueta azul y el polo blanco con dibujos de tortugas, salió de casa y dio grandes gritos fuera de la casa, llamando a su familia desde la arena, el sabia que no había mucho tiempo.
El padre salió de casa y casi seguido salió Georgina, preguntando que ocurría, el pregunto con una sonrisa en el rostro -¿quieren ver algo especial?- y mientras decía esto se acercaba al mar, ya casi era hora, las nubes se acercaban y se veían grises, -es tiempo- pensó- mientras se dirigía hasta ese punto, Papa solo miraba sonriendo viendo , como pocas veces antes, a su hijo sonriendo corriendo y disfrutando de ese lugar. Los pies de Paull tocaron la arena húmeda y trastabillo pero continuo su camino hacia el mar sabiendo que quedaba poco tiempo, 14 , 15, 16 segundos, superare la prueba, el mar es solo una prueba, no esta allí, decía, mientras el mar lo cubría llegaba a sus hombros y se hundía.
Ella corrió hasta el mar, el viejo padre había hecho lo mismo hace solo unos segundos antes desde que Paul, entro corriendo al mar y se hundió frente a sus ojos, ambos corrían al lugar donde había desaparecido y el camino dorado desapareció.
Aquí esta lo tengo dijo el. Mientras jalaba de cabellos y chaqueta a su hijo llevándolo hacia la orilla, ella lloraba pero hacia esfuerzos para no soltarlo, jamás lo soltaría. Una vez en la orilla y al darse cuenta que no respiraba abrieron la boca del chico para darle bocanadas de aire soplando a su interior y lo cargo, ella apenas salida del mar corrio a la casa sacado una frazada para cubrirlo y subieron al auto camino al hospital de la ciudad, mientras el manejaba venían a su mente añejos recuerdos que el pensaba ya olvidados, recordaba al pequeño Paul, luego de una operación delicada sabiendo que lo único que quedaba era esperar que pudiera pasar la noche, ese día no le habían dado muchas esperanzas de vida, a nadie se le opera a tan corta edad, le decían, pero el solo creía en la vida solo creía que su hijo estaba allí con un propósito y que no lo perdería, no así, no ahora!!!.
Entraron por emergencias, siendo atendido rápidamente, el doctor corriendo el lado de la camilla, las enfermeras refiriéndose en términos médicos y hablando de porcentajes, de cosas que suministrar a las venas, nada era entendible, todo era confuso. Pidieron sus datos mientras su hijo no estaba, el medico retorno al momento, diciéndole que estaba vivo, que por poco no sobrevive. La familia en la sala de espera volvio a respirar.
Dos dias despues, por la tarde, volvió en si y su familia estaba allí, hola Papa, dijo el, hola Capitan, como le decía el, que gusto ver que decides acompañarnos una vez mas. Pero el parecía no recordar nada, buscaba algo entre las paredes y el techo, hasta que encontro a Georgina, ¿tu también estas aquí?, que bueno que estas aquí, siento que no te he visto en mucho tiempo. Ella solo sonrió, el medico llamo a un lado al Padre diciéndole, que su hijo estaba evolucionando bien, que ya es poco probable que “ellos” lleguen a los 27 años y que deberemos tener mas cuidado. Un niño atrapado en el cuerpo de un hombre.
En casa semanas mas tarde Paul recordaba detalles casi sin importancia, y mientras Papa escribía el se acerco y le pegunto, ¿Papa existe la magia?, logrando atraer toda la atención del viejo escritor, se tomo un momento, lo sentó cerca a el y le dijo: Te voy a decir un secreto por que veo que estas creciendo y podrás entenderlo-continuo diciendo- cuando no sabes que es ese poder poderoso e invisible muchos le llaman magia, por que no saben llamarla de otro modo pero en esta casa descubrimos su nombre hace mucho , casi poco antes de que nacieras, se llama amor.
Y así se instruían en este nuevo poder sin saber que ambos aprendían el uno del otro, siempre dos. Y siempre uno.
Omar Gavidia

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