lunes, 26 de mayo de 2008

Es una de esas veces


"Como todos los soñadores, confundí el desencanto con la verdad"
Jean Paul Sartre



Es una noche mas como esas donde se recitan esas palabras memorizadas por las situaciones pasadas, es una noche mas como aquellas en el que tengo que pagar el precio, en donde la vida me muestra la factura ajena, donde se reconoce superficialmente el error pasado y se dice ese perdón sarcástico. Es una noche ya relativamente tarde donde sale a la luz quejas reprimidas, donde se abre un corazón que soporta el dolor para no causar un problema, es una de esas rescatables veces donde el corazón sólido se suaviza un poco, revelando que también siente, comunicando lo que sobrevive dentro de el.
Es una de esas veces lamentables donde recibes esa dosis de realidad que te dice que no es tan fácil, cuando después de haber dejado salir el dolor… los agudos oídos del corazón escuchan esas excusas anuladoras de tu sufrimiento.
Es ese sentamiento instantáneo, que llega a creer las palabras del pasado, que llega a posibilitar la opción de que uno puede ser malvado, donde el futuro es literalmente incierto y a la vez totalmente predecible, incierto por no tener la seguridad de un presente, incierto por no solucionar las batallas pasadas que afectan totalmente el ahora, que minimizan la confianza y el propósito.
Por otra parte predecible por existir esa sensación momentánea de ser en el futuro lo que el pasado engendro y el presente cría, predecible por todo un camino construido tratando de impulsar, tratando de animar o empujar a seguirlo hasta llegar a la cumbre de un frió y duro destino. Es una de esas veces donde lo intentado, donde lo ya trabajado se derrumba en un momento, donde parece que un solo error vale y tiene mas peso que mil logros acertados. Es aquella vez donde la memoria te susurra penetrantemente que seres ajenos confiaron y creyeron en ti mucho mas que las personas que tu esperas que te inspiren confianza y amor. Es una de esas veces donde la ironía se hace parte de tu vida, donde miles de personas depositan sus esperanzas en ti y otras cultivan todo un huerto prometedor mientras que te encargas de envenenarlo todo, de asesinar las esperanzas depositadas, de matar la fe cultivada, en que resultas ser todo menos lo esperado, donde pareces llegar a ser todo menos lo soñado. Es aquella ves cuando uno añora tener la vida que en algún momento pudo tener, pero con el tiempo se llego a perder. Es aquella vez donde cada ser involucrado parte a sus propios destinos sin haber solucionado nada. Es ese momento en el cual uno se va a la cama con el corazón dolido. Es ese momento en el que te dicen que a determinada edad ya no puedes echarle la culpa a los errores que cometieron otras personas en el pasado, es ese instante donde ellos se lavan las manos y te dejan todo el peso de su error en tus manos, dejándote a ti todo el trabajo de eliminarlo. Es esa vez donde te convences que eres un fracasado. Es ese instante donde tratas que la gente de un ejemplo en vez de pedirte que hagas algo que ellos nunca hicieron. Es uno de esos momentos donde te dicen que tu estas equivocado mientras que todos están en lo cierto. Es una noche más que no ven tu cambio y se enfocan en solo lo que no has cambiado. Es una de esas veces que te exigen algo que ellos mismos no dieron nunca. Es una de esas tantas veces donde usan esa estrategia de reconocerlo todo para simplemente desintegrar el problema.
Es una noche mas como esas, donde se recita esas palabras memorizadas por las situaciones pasadas, es una noche mas como aquellas donde tengo que pagar el precio, donde la vida me muestra la factura ajena, donde se reconoce superficialmente el error pasado y se dice ese perdón sarcástico…

German Marcell

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