viernes, 27 de noviembre de 2009

Pajaro Azul


La cita de esa noche resultaba ser extraña, la voz al teléfono sonó cortada y apresurada solo se limito a dar el lugar y la hora, por favor no faltes acoto al final. Ya hacía algún tiempo que Lucia no sabía nada de Joaquín, y aunque difícilmente entendía el arte que llevaba por donde iba, muchas veces no pudo contener su admiración al contemplar las aves en sus pinturas, eran tan bellas, tan libres que ella podía imaginar que podía volar junto a ellas en el universo de su imaginación, parecía que todo fluía teniendo como origen las muchas coincidencias que se observaban plasmadas.
Ella dudo verlo, difícilmente Lucia deseaba recordar noches y noches de soledad lejos de él. Más aun cuando todo su ser había comparecido frente a la verdad y la sentencia era inequívoca: Lucia amaría hasta la muerte a Joaquín, ella lo sabía. No obstante el se había marchado, nunca dio una explicación ningún correo ni alguna nota de despedida, entre las muchas lecciones aprendidas la más vil de todas fue que el amor, en su vida, estaba relacionado al sufrimiento.
Pero mas allá de las valoraciones costo beneficio había algo en la voz de Joaquín diferente, creyó percibir un mensaje no hablado, una alerta de auxilio, y por esta vez levantaría todas las defensas que prometió no bajar nunca, y además ahora todo era diferente, ella había recogido su vida entre sus manos y la había armado como quien moldea en arcilla una vasija nueva forjada en el calor de la soledad y de una nueva compañía; así salió presurosa al encuentro del pasado, estando segura que allí se quedaría. Bajo del taxi camino hacia el malecón, mas allá de los arbustos donde tantas veces haces años compartieron el primer beso y la última vez que se vieron, ese lugar estaba cargado de recuerdos.
Había una coincidencia cósmica en esa noche, que ella no podía creer, por alguna extraña razón Lucia podía recordar las fechas de todos los momentos de sus vida sin excluir los vividos al lado de Joaquín, esa noche exactamente se cumplía un año desde la última vez que estuvieron juntos, y si la hora era la correcta coincidirían en hora y fecha, como si alguien controlara las manijas de la justicia del tiempo.
El se acerco lentamente hacia ella, su mirada era cálida, dirigida a sus ojos, difícilmente al mirarlo podía verse que existiera nada más que ella, al estar uno frente al otro pasaron del saludo a un breve silencio y una pequeña caminata. Lucia tenía muchos porque en su mente, y su boca exteriorizo su corazón. Le increpo la soledad, el desamor, la distancia, ¿Por qué me dejaste?, le recrimino detenida en la vereda. El viento era más fuerte ahora, y los ruidos se detuvieron, solo existían los dos,
Lucia, dijo Joaquín, he venido para despedirme, acoto, no espero que me disculpes ni que entiendas todo lo que suceda hoy, pero tenía igual que decirte que siempre te pertenecí mas allá, de tus sentidos, mas allá de tus razones, pero mi tiempo es corto, y debo regresar , por mucho tiempo anduve solo entre los tuyos y mira …te conocí…Lucia de muchas formas siempre estaré junto a ti, recuerdas lo que alguna vez te dije…Yo soy mágico!. Y terminada estas palabras su rostro mostro una expresión de dolor cayendo sobre sus rodias, Lucia corrió hacia él, lo tomo entre sus brazos y lo ayudo para que pudiera acomodar su cuerpo sobre la vereda.
Auxilio!!!...grito ella, mientras caían sus lagrimas, el la miraba; por favor guarda tu aliento …esto te aseguro no es el fin, pudo decir Joaquín, mientras que con una mano tomaba su rostro acariciándola.
Te amo, dijo él y callo su mirada…
Lucia estaba atónita, el dolor era tan fuerte que ya no lastimaba, ya no se sentía, sabía que había superado todas sus fuerzas, para este punto ya no hay regreso esperaba explotar en el mismo lugar donde estaba.
Cuando pudo tomar una bocanada de aire frio por la boca, recupero la conciencia y se ubico en esta escena, ¿qué está ocurriendo?, se preguntaba, mientras que una ola de sollozos y llantos ascendía desde el centro de su alma. Mirando el cuerpo de Joaquín en la vereda, su corazón recordó todo y mientras esto sucedía, el ambiente se torno diferente, el viento se detuvo, la noche se hizo más azul y un aroma lo llenaba todo era un aroma especial, ella no recordaba donde había percibido ese aroma antes pero estaba segura que lo conocía y la tranquilizaba, fue allí que vio que del pecho de Joaquín emanaba una estela de luces azules brillantes , ella no daba crédito a sus ojos pero delante de ella se formo desde el cuerpo inerte una forma que ella recordó , hasta que segundos más tarde pudo ver como el cielo era cruzado por la más hermosa ave que solo vio en pinturas, era grácil, de plumas azules brillantes que reflejaban el universo en ellas, cada luz se veía más hermosa y una cresta larga y tendida se deslizaba hacia tras por la velocidad que emanaban de las enormes alas que replicaban una y otra vez en cielo de la noche. El ave no se detuvo mas, solo giro el cuello y la observo, hasta que se perdió en el horizonte mas allá del mar, donde el mundo reconoce que debe ser la eternidad.
Algunos días después, los médicos dijeron que el cáncer había acabado con su vida, pero Lucia sabia que eso no era cierto, sabía que solo había regresado a su hogar mas allá de la eternidad, ella recordó todo porque sabía que el …Era mágico.

Omar Gavidia

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